Médico Cirujano Especialista en Estética y Obesidad

jueves, 3 de octubre de 2013

LASER: Luz Milagrosa y Embellecedora.

     

La palabra láser es un acrónimo de las palabras inglesas: Light Amplification by Stimulated  Emisión of Radiation, es decir, amplificación de luz mediante emisión estimulada de  radiación;  representando, realmente,  el nombre de un dispositivo cuántico, que sirve para generar ondas electromagnéticas de la gama óptica. El láser proporciona una forma de emisión de radiación luminosa de características especiales, las cuales han permitido una gran diversidad de aplicaciones en el campo de la tecnología actual y, en concreto, en la medicina.
El empleo de diferentes fuentes de luz ha revolucionado el campo de la medicina y la estética en los últimos años. Cada vez son más los sistemas utilizados para conseguir la depilación permanente, la eliminación de varices, capilares, eliminación de manchas, rejuvenecimiento, eliminación de arrugas, mejoría de la flacidez, remodelado del contorno corporal, tratamiento de cicatrices, destrucción de grasa o tejidos anómalos, etc.
El objetivo al utilizar estas fuentes de luz es conseguir la interacción de la luz con el tejido, para obtener el efecto deseado. Fundamentalmente esta interacción consiste en transmitir un calor al tejido, el efecto fototérmico. Por ejemplo en depilación, el calor emitido provoca la destrucción del folículo piloso.
Existen diferentes tipos de láseres. Se diferencian fundamentalmente en el medio activo donde se genera la emisión de luz. Con la emisión de láseres infrarrojos, en cada impulso conseguimos realizar cientos de microdisparos, con el objetivo de calentar el colágeno viejo y desnaturalizarlo de forma controlada, estimulando la formación de colágeno nuevo bien estructurado. Además este tratamiento se acompaña de una gran ventaja: no es ablativo, es decir, no produce daño en el estrato córneo, no produce costras en la superficie ni requiere el periodo de recuperación de varios días que precisan los sistemas ablativos.
La reorganización de las fibras elásticas y colágenas de la dermis (conocida como remodelación del colágeno) se produce gracias a la liberación de una cascada de reacciones  propios del choque térmico, que inducen la puesta en marcha del metabolismo de los fibroblastos (los responsables del mantenimiento de la estructura extracelular de la dermis y fabricantes de las nuevas fibras colágenas en forma de colágeno) y que evitan los mecanismos propios de la degradación del colágeno. Esto se traduce clínicamente en la mejora externa del aspecto de cicatrices de todo tipo, como cicatrices de acné, postraumáticas, postquirúrgicas e incluso en estrías. Contra el envejecimiento conseguiremos disminuir arrugas finas y mejorar la textura y la flacidez de la piel.
En el campo estético se usa mucho la luz pulsada intensa, una especie de láser,  que además de eliminar manchas y capilares, estimula la remodelación del colágeno, con lo que mejora la calidad de la piel, dándole una apariencia más uniforme, cerrando el poro y eliminando pequeñas arrugas.
Los láseres ablativos como el láser de Co2 se pueden emplear para realizar láser-resurfacing de arrugas muy profundas o para combinarlos en cirugía de párpados, como herramienta de corte.
Más recientemente se han incorporado  varios tipos de láser para la destrucción del tejido graso y el contorneado corporal. La gran ventaja de esta técnica es que es mínimamente invasiva, facilita la destrucción del tejido graso y la coagulación de los microvasos, evitando el componente de inflamación y hematomas habitual de la lipoescultura convencional.
Las aplicaciones para estética de la tecnología láser están en continuo avance. La demanda social por este tipo de tratamientos crece día a día gracias a los resultados altamente satisfactorios. Pero no se debe olvidar que se trata de herramientas muy precisas que el médico debe conocer y dominar. La excelencia de los resultados se basa en un buen diagnóstico, indicación, selección y realización del tratamiento para cada paciente.