La malla supralingual adelgazante consiste en una pequeña porción de un material médico quirúrgico con un sistema magnético y material no reactivo para evitar que sea rechazado por el organismo. Esta se coloca sobre la lengua con el propósito de: - bloquear en el paciente la sensación normal del gusto por los alimentos, - impedir el consumo de alimentos sólidos y - como factor sicológico al servir de recordatorio constante al paciente.
Durante el tiempo que el paciente tenga colocada la malla supralingual, su dieta debe ser estrictamente líquida.
¿Cómo se coloca?
El procedimiento para la colocación de la malla adelgazante es muy sencillo. Primero se aplica anestesia local en la lengua, el paciente percibe una ligera molestia como un piquete antes de sentir la lengua completamente dormida. Después con mucho cuidado el médico empieza a coser la malla aplicando hasta un máximo de 6 puntadas utilizando un material médico. Normalmente se colocan unos 6 puntos entre el lado superior y el inferior. La aplicación de la malla dura entre 5 y 7 minutos y después el paciente puede regresar sin problemas a sus actividades cotidianas. La sensación de adormecimiento se pasa en una dos horas.
El primer paso para cualquier paciente interesado en colocarse la malla supralingual es realizarse una valoración física y nutricional que ayude a determinar si se trata de un candidato para el procedimiento. La malla adelgazante se recomienda para personas con sobrepeso, obesidad, obesidad juvenil, diabetes, hipertensión arterial, o aquellos que desean perder peso para mejorar su autoestima y condición física general.
¿Cuáles son los Efectos Secundarios?
El paciente que se aplica la malla supralingual puede presentar algunos efectos secundarios, la mayoría de los cuales son de caracter psicológico o consecuencia de no seguir las instrucciones del especialista o hacer trampa.
La principal complicación que puede presentarse es un efecto de dolor debido a la inadecuada aplicación de la malla.
Los efectos secundarios en general incluyen ansiedad, como consecuencia de la imposibilidad de utilizar la comida como apoyo psicológico o "consuelo".
Mal aliento si no se sigue una higiene apropiada o se consume grasas.
Dolor cuando se trata de masticar o tragar alimentos sólidos.
Ruptura de algún punto, lo que sucede particularmente a quienes "hacen trampa".
Dr. José Gregorio Hernández P. Médico Cirujano Especialista en Medicina Estética y Obesidad. Av. principal de las Mercedes, Centro Profesional Las Mercedes, piso 4, consultorio 47
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